Descubriendo el patrimonio de Desojo, de la mano de Tdiferencia
Iciar Irurtia Orzaiz
A la largo de una semana, han aprendido a convivir y a disfrutar del patrimonio. Han compartido mañana con niños y niñas desconocidas hasta ahora, han recorrido las calles de Desojo y han visitado parajes rurales. Porque los cuatro niños y las cuatro niñas que han participado en los talleres sobre patrimonio desarrollados en la localidad, además de divertirse, se han acercado a la historia, las tradiciones y las personas de Desojo. De la mano de Tdiferencia , han conocido la villa, han reflexionado sobre la población en el núcleo rural, han celebrado un cumpleaños y han disfrutado de juegos de agua. Beatriz del Frago, Miriam Goñi y Usune Pascual -estudiantes becadas por la Universidad de Navarra – han sido las encargadas de diseñar y poner en marcha los talleres sobre patrimonio, que se han desarrollado del 14 al 18 de julio .

La semana arrancó el 14 de julio, con una visita guiada por la localidad. Odei y Mikel, vecinos de Desojo, fueron los encargados de conducir al resto de participantes en el taller por las calles de su localidad; de mostrarles los edificios más destacados, sus historias y las tradiciones festivas. También les llevaron hasta la Picota o el Rollo de Desojo , un monumento civil, en forma de poste, en el que se exponían a los malhechores o estafadores de la localidad ante el resto del vecindario. En su camino, coincidieron con Jesús Lanz Álvarez -canario de nacimiento y desojano de adopción- quien les desveló infinidad de detalles sobre la historia de Desojo.

En otra de las jornadas, las niñas y los niños participantes en los talleres compartieron debate con la artesana Aziza Puch. Con esta madrileña afincada en Meano -dedicada al diseño y pintado a mano de pañuelos de seda- hablaron sobre la despoblación del medio rural, la implicación de sus habitantes en el desarrollo de las localidades. A lo largo de la semana, dedicaron también tiempo a los juegos acuáticos, diseñaron su propio escudo y elaboraron un mural con los algunos de los elementos más significativos de Desojo. En otra de sus salidas culturales por la localidad, se acercaron hasta la Choza del Barranconero , un edificio de piedra levantado entre los terrenos de cultivo situados entre el río de Balacín y el camino de Izarrula -donde antiguamente existió una tejería- que fue construido por el Ayuntamiento, en el año 1902, para que sirviera de cobijo a pastores, hortelanos, cazadores, seteros o mendigos.
