Entrevista con Maite Redin, autora y directora: «Nuestra Cenicienta es una joven comprometida con la sociedad que no sueña con casarse»
Icíar Irurtia Orzaiz
Maite Redin Orzaiz (Pamplona, 1969) es la autora y directora de la última producción de Tdiferencia , Cenicienta Rock. Un espectáculo musical, dirigido a público familiar, que ofrece una versión actualizada de la princesa del cuento de Charles Perrault. La Cenicienta de Tdiferencia también vive con su madrastra y con sus dos hermanastras y, al igual que la original, recibe la visita de un hada madrina que le ayuda a acudir a un baile. Pero, en esta versión, ni viste de largo ni lleva zapatos de cristal. Su autora y directora nos cuenta más sobre el nuevo musical de la compañía.

¿Cómo nació este montaje?
Hace diez años montamos Caperucita Rock , una obra que fue un éxito y que aún hoy sigue representando. Así que, ante el deseo de crear un nuevo espectáculo nos sirvió de inspiración. Porque hacer versión de Cenicienta requería mostrar un papel de la mujer que interesa mucho a Tdiferencia: destinada a un futuro muy concreto, víctima de un conflicto social, de esa búsqueda de un marido que la salve de su destino y a la que se le trata de un modo muy concreto. Y nos venía muy bien para hablar de la temática que interesa a la compañía.
¿Qué quería mostrar en este espectáculo?
Quería hacer una versión de Cenicienta en la que se recalcara su parte de compromiso social. El personaje original ya lo tiene, pero nuestro objetivo era reflejar sus valores en la figura de una mujer actual: comprometida con la sociedad, con el planeta y con los animales. Y que ni sueña con casarse ni con conocer a un príncipe. Una Cenicienta actual.
¿Cómo es la Cenicienta rockera de Tdiferencia?
Es una chica muy comprometida, solidaria, con un sentido de la empatía muy amplio -empatiza con los animales, con personas de todas las edades y de toda procedencia y con las generaciones futuras-soñadora y confiada.
A esta joven le acompañan un tierno ratón, una madrastra algo impertinente, dos hermanastras de lo más egocéntricas…
El personaje del Ratón creo que se corresponde con el de ese amigo o amiga del alma -imaginario o no- que siempre está presente cuando lo necesitas, que no siempre te dice lo que quieres oír, pero que te hace mejor persona y te ayuda a crecer. La madrastra es el reflejo claro de esa parte de la sociedad que no quiere mirar al futuro y ser consciente de lo que viene. No tiene sentido de comunidad y de pertenencia pero, al mismo tiempo, rechaza lo que no pertenezca a esa comunidad. Tiene una doble moral muy rara, ese orgullo de pertenencia a una comunidad y, a la vez, la ausencia de compromiso con ella. Y las hermanastras se corresponderían con todas aquellas amigas o conocidas que aparecen en nuestras redes sociales, que son mucho más frívolas, que se quedan en la superficie de la relación y que miran exclusivamente por su persona.
Creemos que el futuro son los espectadores que nos van a venir a ver y pretendemos afianzar su compromiso con el medio ambiente
En su versión del cuento también entra en escena un Hada Madrina…
Sí, ella vendría a reflejar a esa vieja amiga de su madre, que viene a contarle quién fue su madre, que le recuerda que no está sola, le hace sentirse segura y que le muestra que el cambio que va a experimentar no es mágico, sino que está dentro de ella.
¿Qué ha querido contar con esta adaptación del cuento de Charles Perrault?
Con esta versión, que muestra las diferentes actitudes que tenemos las personas ante los conflictos sociales y el compromiso con los demás -hasta qué punto nos involucramos y pensamos en qué pasará cuándo nos vayamos o qué pasará con las personas que tienen menos facilidades que nosotros- hemos querido reflejar que hay dos maneras de salvar el planeta: desde la consciencia y el compromiso de todos y todas o desde «el miro para otro lado» y pienso que, como yo no lo veré, ¿a mi qué más me da?. Esas son las dos maneras que existen de afrontar este problema, que es real y que no es otro que el hecho de que nos estamos cargando el planeta. Y estas actitudes se ven en la política actual y en nuestra vida personal. Por eso queríamos reflejarlo, porque creemos que el futuro son los espectadores que nos van a venir a ver y pretendemos afianzar su compromiso con el medio ambiente.
¿Le gustaría que su mensaje calara en la sociedad?
Sería un poco pretencioso por mi parte pretender que este mensaje cale en la sociedad.. Pero, si en cada función, algún niño o niña o persona adulta se queda con la sensación de que hay que intentar hacer algo, en la medida de nuestras posibilidades, sería estupendo. Siempre se hace con la ilusión de que algo cale. A lo mejor no ese día, pero quizá en otro momento, en el que cualquier suceso recuerde estos mensajes: proteger el planeta, a los animales, ser más inclusivo, no establecer diferencias entre las personas que nacen en otro país… Ojalá un poquito de todo eso se quede. Es nuestro leitmotiv y por eso lo hacemos.






